¿Maldecir el año que terminó o bendecirlo, rechazarlo o agradecerlo, saltarlo de nuestra historia personal o acogerlo con todo lo que nos provocó? sin duda, debe ser un análisis donde aparezca una actitud de justicia y de razón, no de liviandad ni reproche.
Muchos tienen la razón al sentirse frustrados, enojados y hasta tristes. Hubo pérdidas de trabajo, proyectos caídos, estancamiento, dificultad para seguir los estudios, enfermedades en casa, sufrimiento de seres queridos o de uno mismo…tal vez hasta la muerte apareció o rondó en el círculo íntimo; en una palabra, el año 2020 nos retó como ninguno.
Haciendo un ejercicio de perspectiva y volteando a ver a otros, para muchos fue un gran año: nadie en casa se enfermó, fueron parte de un proyecto que resultó exitoso gracias a las nuevas condiciones, recuperaron el contacto y ambiente familiar, generaron proyectos importantes al probar nuevas rutas de negocios y mercados, fue un año de alta facturación, todo fue de maravilla…
Una evaluación requiere entonces perspectiva, justicia y reflexión, ¿no creen?
Generó muchas vistas en redes sociales una señora que perdiendo casi todo optó por vivir en su auto y junto con sus hijos pequeños decidió ponerse a construir alcancías con la famosa forma del “cochinito” y ubicándose en avenidas concurridas las ofrecía vendidas o simplemente cambiarlas por comida u objetos que ella creía que le pudieran servir: “esto nos ha permitido salir un poco, lo más importante es que genero mi comida del día y algunos ingresos, ya me acomodé a este cambio y estoy con mis hijos, espero y recuperar algunas condiciones que tenía…” declara con optimismo en la mirada.
De una u otra manera el 2020 nos puso a la gran mayoría en situación de reacción y de pro acción, de adaptación y exigencia de aceptación y en favor de la generación de escenarios y tareas diferentes.
Este fue el caso -como muchos- de Reacción en Cadena, aprendimos a sacudirnos la línea de confort y regresamos a la innovación, al aprendizaje de herramientas que habíamos evitado o soslayado, aceleramos nuestras formas de fortalecer alianzas, volteamos a ver las posibilidades y aprendimos a echar las redes a otros lados… cerramos la oficina y el aula nueva, el negocio de los presencial se redujo a cero, transformamos el espacio para el home office y empezamos a invertir los ahorros en tecnología… evitamos quedarnos en la adaptación, nos retamos a generar el cambio.
Y en esto seguimos trabajando, y porque es más clara y evidente la necesidad de todos, en las familias, los directivos, los jefes, los líderes y de cada persona… en cada invitación o intervención que nos piden son las preguntas más comunes: ¿Cómo hacerle para salir de esto? ¿Cuál es la vía para reinventarme? ¿cuáles son las habilidades que tengo que desarrollar para seguir adelante? ¿cuál es la estrategia para mantener a mi familia unida en estas nuevas condiciones de convivencia? ¿cómo provocar un ambiente que genere comunidad y entendimiento en la planta y oficina a fin de enfocarnos al trabajo y ahora a la persona también? ¿cuál es el papel del jefe líder y cómo transformar e inspirar a nuestros colaboradores?
Este es y será nuestro trabajo como despacho, seguir investigando, acrecentando nuestros saberes y otorgar respuestas, herramientas, modelos probados para implementar, nuevos conceptos que nos permitan estar atentos a las necesidades de nuestros clientes, aliados y amigos.
Una de las actitudes que nos permitirán seguir ofreciendo lo mejor de nosotros y te invitamos a perfeccionar es: seguir aprendiendo…
En nuestro caso será: aprendiendo sobre el desarrollo del liderazgo auténtico, la compasión, la simplicidad, la motivación, la felicidad, el compromiso, la pasión y la perseverancia, la resiliencia, la vulnerabilidad, el ser disruptivos en el ambiente y en la generación de resultados, en una palabra, seguiremos siendo aliados de quienes necesiten y estén enamorados del desarrollo humano, directivo, familiar y organizacional.
Este año 2021, te invitamos a que sigamos luchando por conseguir lo que la vida tiene reservado para nosotros.