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La vida: ¿Es cuestión de luchar o de rendir mejor?

Toda la vida había estado convencido de que, para ser alguien importante, para diferenciarme de los demás o para no caer en situaciones de comodidad, la clave era no dejar de luchar, siempre estar intentando, seguir caminando. 

Me creí que como ser humano mi crecimiento se lograba por consecuencia de la lucha de cada día, “el hombre se hace en el camino” me decía a mí mismo… 

Pero me he dado cuenta que la lucha tiene que ser cada día más efectiva, más eficiente, más intencionada y focalizada, una lucha que tuviera un sentido y una estrategia, porque también me di cuenta que me complacía también, junto con la lucha, LOGRAR. 

He descubierto que rendir más, a plazos cortos, trae como consecuencia mejores logros…disfruto elevar mi rendimiento. 

Y de eso están llenas las historias de las grandes personas, no solo los campeones en los deportes o en los negocios, o aquellas personas que han superado las mayores adversidades. Las grandes personas son las que, en su estado actual, en su cancha, espacio y circunstancias se esfuerzan cada día, lo planean, lo ejecutan y lo logran de mejor manera…son personas de alto rendimiento, son seres humanos extraordinarios que logran resultados inesperados:  una venta más, un proyecto más importante, mejorar tiempo en la carrera, más distancia recorrida que la planeada, mejores resultados en sus relaciones, y se les nota en su actitud su ser mejor. 

El rendimiento consiste en ir más allá de lo que se espera de unoconsiste en fijarse objetivos más elevados, invariablemente superiores a lo que otros esperan o exigen. Consiste entonces, en expresar el potencial propio” 

John Withmore 

En la oficina del coach se fragua todo esto, es increíble que en el diálogo profundo y respetuoso se detonen maravillas humanas, grandes y pequeñas maravillas humanas… 

Desde mejorar en las relaciones con el equipo de trabajo, establecer la paz con los hijos, aprender a manejar conflictos a través de aprender a negociar y cambiar comportamientos que molestan a los más queridos, desde estas pequeñas maravillas humanas hasta los logros de ocho columnas y miles de likes. 

El principal y primer paso es reconocer que estamos en lucha constante pero pareja, lineal, sin cambios bruscos… “de mantenimiento” diría mi papá, en la de siempre, o que hemos dejado de luchar en los espacios y tiempos necesarios; darnos cuenta que estamos dentro de una curva de comodidad, por lo que cualquier lucha es finalmente, reitero, para mantenerme en el estatus normalizado, aceptado y adecuado, en esa curva donde, desde el inconsciente nos pide a gritos que “¡No nos hagan olas!”, así estamos bien. 

Para elevar nuestro rendimiento personal sugiero elevar nuestro estado de conciencia, mantenerla ¡despierta y en alerta!, en constante estado de pregunta, de indagación, en un ¿qué más puedo hacer respecto a esto? 

Elevar mi estado de responsabilidad, de no dejar de hacerme cargo de mis actos y de mis consecuencias, no permitirme estar abajo, dejar de creer que lo que más toca en mi vida son las cosas que me pasaron, las personas que me influenciaron o que siguen afectando mi vida, que las circunstancias no las puedo manejar y que por lo tanto puedo estar a la deriva o a la merced de los demás, la gran mayoría de las personas creen que de una u otra manera somos consecuencia de las circunstancias, que nuestra verdadera libertad solo radica en sortear las adversidades y adaptarnos a ellas. 

El verdadero rendimiento personal, estoy convencido, radica en hacernos cargo de nosotros mismos, y no solo de nuestras lucha e intentos, ¡sino también de los resultados y logros que nos permitirán seguir subiendo las escaleras y cruzando las puertas necesarias! 

Abandonar la idea de que la adaptación a las adversidades es suficiente, no. Demos el paso a la verdadera aceptación de la realidad y al crecimiento personal, ese que está esperando y que también nuestro espíritu está convencido de que puedo hacerlo… 

Pero, además del rendimiento, ¿hay más variables que considerar hacia la conquista y crecimiento personal?… Sé que sí… 

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